Feliz retorno...

Después de un terrible semana llena de presiones laborales... y de todo tipo... y de un brevísimo pero hermoso viaje a la Ciudad de los Palacios (léase, el D.F.)... ya estamos de vuelta... con muchas ganas de teclear por éstos hermosos espacios de la blogósfera...

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En éste viaje sucedió de todo... y desde antes de iniciar!!!... la tarde del viernes cayó tremendo aguacero... que puso en peligro la expedición... y estuvo a punto de convertirse en una aventura submarina, de tanta agua que cayó por toda la ciudad...

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Pero afortunadamente todo salió bien... y a las 11 de la noche en punto, pudimos subirnos al camión que finalmente nos llevó a la Ciudad de México... donde tuvimos un padrísimo encuentro con familiares... que prácticamente fue de todo el sábado...

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Por supuesto que estando allá el pasado domingo... nos tocaron una que otra "marejada" de la mega-marcha convocada por AMLO... comprobando que el Distrito Federal es un reducto perredista... sobre todo en los estratos populares de la gran ciudad...

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Debo confesarles que experimenté una rara sensación al observar al contingente perredista: se entremezclaron varios sentimientos... que iniciaron siendo de curiosidad... para posteriormente ser de comicidad... luego de reflexión... y que finalmente terminaron siendo de angustia... y de incertidumbre... Dios quiera que el "peje" no termine intentando armar una revuelta... porque las cosas podrían ponerse feas... (todavía sigo sorrendido por la cantidad de gente que convoca éste individuo... es increíble!!!... una especie de "islAMLOmismo": rara mezcla de AMLO con el islamismo)...

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Posteriomente regresé a un lugar... al que fácilmente tenía como 22 o 23 años de no visitar... y lo encontré terriblemente cambiado...

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Donde anteriormente se encontraba majestuosamente erguido el edificio Nuevo León, en Tlaltelolco... ahora solo queda una especie de parque... que fue implementado en recuerdo a todas las personas que fallecieron en los terribles sismos de 1985...

( + Rubén... mi querido primo Rubén... tú sabes que siempre vivirás en mi corazón)

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Y lloré... recordando las viejas columnas del edificio... sus quejumbrosos elevadores... aquél departamento de mis tíos... donde estuve tantas y tantas veces con los primos... y del que ahora solo queda pasto... algunos árboles... un camino en "ocho" de cemento... tres magueyes... y un busto para Plácido Domingo... como homenaje a quien estuvo buscando día y noche a sus familiares... que también perdió en aquellos tiempos...

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Y está visto... jamás dejará de doler tan terrible pérdida... de alguien a quien consideré mi hermano mayor... y que la vida me arrebató de forma tan arbitraria...

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Ya les seguiré platicando después de algunas otras cosas...